CHAMPAGNE
Los viñedos de la región de Champagne junto con los de Burdeos y Borgoña, son sin duda uno de los pilares de vino francés y su reputación internacional. Hay mucho que agradecer al monje benedictino Dom Perignon, el descubridor de la forma para dar vida a los vinos espumosos que utilizamos en los momentos festivos la mayor parte del planeta, gracias a una doble fermentación.
Históricamente, ya desde la época de Carlomagno se plantaban vides en esta zona, más tarde lo harían los Condes de Champagne y varios reyes como Luis X de Francia o Luis XIV, incluso ya en la Edad media el Papa Urbano II declaró el vino de Aÿ como el mejor del mundo, así era como se designaban a todos los vinos de la región de Champagne en aquel tiempo. Pero el salto se dio en el siglo XIX, cuando la producción de Champagne paso de 300.000 botellas en el año 1800 a 20.000.000 50 años más tarde. En 1927 se establecieron los límites vinícolas de la región de Champagne dividiéndolo en 5 zonas, el Aube, Côte des Blancs, Côte de Sézanne, Montagne de Reims y Vallée de la Marne. Son unas 35.000 hectáreas. Geográficamente hablando el terreno de esta región es de tiza belemnita, lo que permite que el suelo absorba el calor del astro rey y lo libere por la noche, contribuyendo a la finura y ligereza propia del vino de Champaña (Champagne). En Aube como excepción, los suelos son principalmente arcillosos.
André Beaufort
André Beaufort